Por tratarse de nuestro amigo fiel e inseparable, debes poner atención en qué alimentos le preparas. Primero puedes identificar los tres tipos de alimentos básicos: la comida seca, semi-húmeda y enlatada.
La comida seca tiene la particularidad de no dejar olores desagradables en el ambiente, la puedes almacenar en diferentes recipientes con tapadera, que no se derramará, además que es la opción más económica; no por eso de mala calidad.
Debes acostumbrar a tu perro desde cachorro a comer este tipo de alimentos para que se familiarice con él y no lo encuentre desagradable y poco gustoso al paladar.
Las comidas semi-húmedas poseen una consistencia más suave, por lo que ten por seguro le agradará más. Por lo regular, te llevará más trabajo prepararla, ya que debes mezclar sólidos con líquidos y lavar después el plato en donde lo serviste.
Y las que seguramente preferirán estos tiernos animalitos son, las enlatadas. Estas son las más caras y una vez abierta debe ser consumida, ya que después de más de doce horas se echará a perder.
Estos pequeños acompañantes se merecen un cuidado especial, por lo que es importante saber las ventajas y desventajas de los alimentos, para poder decidir qué es lo mejor para tu mascota.
Fuente: Mascotas.com
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